GUCCIO & GUCCI, EL AVE FÉNIX.
- The Fashion Luggage
- 14 ene 2021
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Florencia, alta sociedad, éxito, lucha de poder, enfrentamientos y crímenes, subidas y caídas, son solo algunas de las visiones de la 'maison' italiana a lo largo de su insuperable historia.

Hay muchas firmas de alta costura que todos conocemos a simple vista, pero una de las más emblemáticas es Gucci. Ese foco de luz y belleza italiana que ha conquistado a todas las generaciones en las que ha estado presente, un gigante con una historia única, de esas que merece la pena ver en una película.
Corría el año 1881 cuando Guccio Gucci nació en la ciudad de Florencia pero su infancia la paso entre París y Londres. En la ciudad británica trabajó en el prestigioso hotel Savoy, donde pudo aprender sobre las personas más sofisticadas y cosmopolitas de la ciudad y el continente, junto con los artículos que llevaban con ellos. Observo maletas, maletines, sus zapatos y cinturones, sombreros... apuntando todo en su cabeza para no perder detalle de lo que en un futuro le llevaría al éxito.

Regreso a su ciudad natal en 1920 y un año después abrió su primera tienda basada en el trato artesanal del cuero, donde comenzó a vender todos estos artículos de lujo que había estado observando durante años, contratando a los mejores artesanos, las materias primas de una calidad insuperable y trabajando de sol a sol para conseguir la mejor calidad posible. El boca a boca hizo el resto y sus cinturones, bolsos, mocasines... comenzaron a ser la envidia de todos.

La estética de la firma desde el punto de vista de su creador siempre estuvo enfocada al estilo ecuestre británico, a la nobleza inglesa, pero su objetivo era impactar y cautivar a los italianos, incluyendo el trabajo creativo y la belleza del color en sus creaciones. Durante la II Guerra Mundial, el comercio del cuero se vio muy afectado y la firma se buscó nuevos materiales con los que fabricar sus prendas y complementos como el bambú, el lino o el yute, posicionando a la firma como una de las más innovadoras.

Una firma de renombre y consolidada en la industria fue el legado que Guccio dejó a sus herederos tras su muerte en 1953. Uno de sus hijos, Aldo, tomó el timón de la compañía y comenzó a expandir la firma a otras ciudades como Londres, París y Nueva York, momento en el que la sociedad americana enloqueció con la G de Gucci, empezando así la consagración del logo de la firma. Comenzaron a aumentar las ganancias y el reconocimiento por todo el mundo generando disputas, escándalos y luchas de poder entre los hijos y nietos del fundador de la firma. El suceso más dantesco de todos fue la muerte de Maurizio Gucci, asesinado por orden de su propia mujer por motivos económicos poco después de vender la firma a Investcorp en 1993. Sin la estrella de Guccio Gucci, el brillo de la firma comenzó a debilitarse.

El prestigio de la firma después de años de disputas y sonoridad por motivos totalmente ajenos a las creaciones de la firma cayó y no fue hasta 1995 cuando resurgió de las cenizas por primera vez. Un joven y desconocido Tom Ford llegó a la firma para revolver su estilo y crear una nueva corriente que explosionara en éxito con un aire más neoyorkino, similar a la tendencia de los sesenta que rodeaba al mítico Studio 54. Gracias a Madonna, Tom Ford se coronó como el rey de la industria por su total look en los MTV Music Award mostrando al mundo la nueva estrategia de la firma, prendas sexys para mujeres que quisieran brillar de noche. Tom Ford no se limitó a devolver el éxito perdido a la firma, si no que consiguió crear el mayor conglomerado de empresas textiles de ese momento con la adquisición de Yves Saint Laurent o Stella McCartney entre otras. Pero como suele decirse, es mejor marcharse cuando uno está en lo más alto y eso decidió hacer Ford en 2004.


Tras la marcha de Ford, el camino se veía cuesta abajo y sin frenos pero gracias a la visión apaciguadora de Frida Giannini, la ausencia de la gran estrella no fue tan devastadora. Una mujer Gucci diferente a la que Tom Ford había ideado, no solo pensando en sus outfit de fiesta, sino en los estilismos del día a día cambiando brillos por estampados y el negro por los colores, dejando de lado la agresividad sexual que Giannini siempre ha considerado obsoleta y algo vulgar. En 2010, tras la crisis financiera mundial, presentó una colección enfocada a la época de los ochenta, la tendencia contraria que catapulto a la fama a Tom Ford, que el público aceptó bien pero sin conseguir el reconocimiento que la firma solía tener. A finales de 2014 Giannini anunció su marcha y como si de un 'Deja Vu' se tratara, un joven y desconocido (Uy, esto nos suena...) Alessandro Michele, mano derecha de Giannini sale a saludar durante el desfile de moda masculina de otoño-invierno, cuya colección tuvo que rehacer en tan solo 10 días, consiguiendo un éxito totalmente inesperado que le confirmó como el relevo perfecto, terminando con el descenso continuado que la firma sufrió desde la partida del "rey de la industria" sin saber que nada sería lo mismo después de Alessandro Michelle.

Nacido en Roma y formado en Fendi, comenzó a trabajar en 2002 para Gucci dispuesto a volver a zarandear la bolsa de bolas de la firma y crear un estilo renovado y diferente a todas las tendencias anteriores que tanto éxito habían dado a la firma a pesar de todos los vaivenes de la vida. La verdadera revolución de Michelle llegó sobre todo el estilismo masculino, mucho más juvenil e inteligente que va planteando la idea eliminar los códigos de género, mientras que la mujer se parece a la que Giannini imaginó dándole también un aire más intelectual y romántico, borrando cualquier rastro del concepto "sexy" de la mujer de Tom Ford, Michelle pretende que la mujer Gucci sea poderosa con su sola presencia y unifica los desfiles de mujer y hombre en un mismo evento.

Pero no se quedó ahí, el proyecto de Michelle para la firma iba mucho más allá y hoy vamos viendo los frutos que ha sembrado. Durante esta pandemia muchas firmas han decidido parar su producción, mientras tanto Gucci ha buscado nuevas ideas y alternativas al mundo en el que solíamos vivir. Gucci Mx es la primera línea 'Genderless' o sin género que busca eliminar las etiquetas femeninas y masculinas que por norma envuelven la moda buscando crear un concepto universal que envuelva a la firma, algo que ninguna casa de alta costura jamás se había planteado hasta la fecha. Los modelos de esta linea son los trabajadores de la propia firma consiguiendo así involucrar y motivar al equipo.


Por otro lado, involucrado con el consumo responsable y la conservación del planeta y nuestro entorno quiere cambiar el calendario de desfiles para trabajar a un ritmo más sostenible y lento sin depender de las temporadas estivales tan importantes para el sector, una teatralidad impuesta por la industria de la moda que para Michelle no tiene ningún sentido. Todo esto viene acompañado por una línea sostenible que cuenta con Jane Fonda como madrina, 'Gucci Off The Grid' está formada solo por prendas y complementos fabricados a partir de materiales reciclados, orgánicos o procedentes de fuentes sostenibles para demostrar a todos que las firmas de lujo también pueden evolucionar y ser mucho menos contaminantes.

Ahora Gucci nos ofrece otra novedad, “The North Face x Gucci”, la primera colaboración de la 'maison' italiana y la marca de streetwear, una de las más alabadas en los últimos años, ambientada en los Alpes de los años 60 llena de color potenciando la fuerza de North Face, ropa de abrigo añadiendo un toque cálido y festivo. Otro de los motivos por los que Alessandro Michelle ha cambiado la firma para siempre separándola del resto de la industria porque como muchos piensan, esta Gucci y luego las demás.


Tocar el cielo para caer al infierno y volver a subir al infinito para descender de nuevo pero solo para retomar la subida con más impulso que nunca. Es curioso como una familia puede hund y dos desconocidos llevarla hasta las estrellas tomando caminos totalmente opuestos para llegar al éxito, pero nos demuestra que no solo existe una forma de hacer las cosas, que no hay que seguir unos pasos exactos para llegar a una meta, se trata de creer en algo y luchar por ello hasta el final. La idea inicial de Guccio ha ido cambiando con los años hasta llegar a nuestros días y dentro de poco podremos ver la historia del asesinato de Maurizio Gucci en cines, con Lady Gaga en el reparto como Patrizia Reggiani, su ex-mujer.

No sé qué le deparará el futuro a este titán, pero sé que jamás dejará de sorprenderme y que cuando todos piensen que la firma está perdida, volverá a resurgir de las cenizas cual ave fénix.

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